jueves, agosto 03, 2006

El puente y la carretera de Santa Marta de Tera

Alerta sobre una infraestructura viaria
Al deplorable estado del firme de gran parte de las carreteras, a la falta de visibilidad, a la estrechez de la calzada, a la falta en muchas ocasiones de señalización tanto horizontal como vertical, hay que añadir, además, el estado de los puentes.
En un comarca como es la de los Valles de Benavente, con varios ríos y arroyos, son varios los pasos sobre los cursos fluviales. El paso del tiempo, las avenidas y la falta de mantenimiento ha hecho que estas estructuras se degraden y se deterioren, poniendo en peligro la seguridad de las personas y vehículos que por ellos transitan.

El puente de Santa Marta de Tera
Construido en los años treinta del siglo pasado, el paso del tiempo, las avenidas del río y, también, la excesiva carga a la que está siendo sometido en los últimos años, ha hecho que actualmente presente un alto grado de deterioro, tanto en los pilares que sujetan la estructura, como en las vigas que conforman el tablero.
El estado de todo ello es muy preocupante. De los pilares de hormigón que sustentan la estructura, los centrales están muy descarnados en el pie o parte baja, resultado de las avenidas fluviales.
Pero lo que causa también bastante alarma es el estado de las vigas que conforman el tablero. Buena parte de estas están reventadas, con motivo del exceso de carga que el puente tiene que soportar debido al paso de vehículos pesados. El deterioro es visible en los apoyos de las vigas, viéndose la armadura de hierro al descubierto, como se puede apreciar en las fotografías adjuntas a este informe.
Asimismo, el muro del machón próximo a Santa Marta se está reventando, como puede apreciarse en una larga grieta vertical, que corre paralela al pilar.
Otro problema de seguridad añadido lo constituye la barandilla, con amplios huecos, que pone en riesgo la seguridad de las personas, particularmente la de los niños que pueden asomarse a la misma.
Al deterioro del puente contribuye, como se ha dicho, el prolongado paso de vehículos de gran tonelaje. El disco o señal vertical de limitación de 16 Tm. desapareció hace algunos años y no se ha repuesto. Cuando pasan vehículos de alto tonelaje el puente tiembla, como perciben a menudo los vecinos de Santa Marta. La excesiva carga, así como las vibraciones resultantes, están dañando continuamente el hormigón de las vigas de carga, dejando la armadura de hierros al descubierto, sobre todo en la parte de los apoyos.
Sería preciso que los servicios técnicos de la Diputación determinaran el alcance de este deterioro y se procediera a la reparación de del puente o, en su defecto, a la construcción de uno nuevo, con el fin de garantizar la seguridad en el paso de personas y vehículos entre las dos localidades y entre los pueblos del valle. Conviene recordar que por este paso circulan autobuses escolares que trasladan a diario durante el curso escolar los niños a las escuelas comarcales e instituto de Camarzana de Tera.

La carretera de Santa Marta a Santa Croya
De la dejadez en el mantenimiento del puente habla por sí sola la carretera ZA-120 que une las localidades de Santa Marta con Santa Croya de Tera. Tras la salida del puente, el conductor se encuentra con un firme en muy mal estado de conservación, con socavones, grietas y baches, así como con la ausencia de protectores laterales que impidan una posible salida de la calzada y la precipitación al lecho de la llanura fluvial, a 7 metros de desnivel.

El presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo debe emitir cuanto antes un informe público sobre el estado del puente de Santa Marta. Garantizar la seguridad de las personas y vehículos que por él transitan debe guiar la actuación de la Diputación Provincial.



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