1. El acceso a Mózar
Es la antigua carretera comarcal, que ha quedado como salida y entrada de esta localidad, para su incorporación a la ZA-P-1509. El firme es estrecho y en mal estado, con algunos baches, no existen arcenes, pues la vegetación invade estos hasta contactar con la débil capa asfáltica. Además, no existe línea divisoria central pintada en el asfalto, lo que dificulta la circulación sobre todo en momentos de poca visibilidad.
2. El acceso a Navianos de Valverde
Aquí, los escasos 500 metros que le separan del casco urbano presentan las cunetas colmatadas y la vegetación invade los arcenes.
3. Carretera de Navianos de Valverde a Aguilar de Tera
Pero la desidia de los responsables de carreteras provinciales se manifiesta también en la vía que une las localidades de Navianos de Valverde con Aguilar de Tera. Se trata de una carretera o, mejor dicho, de un camino asfaltado de 3.700 metros, con 22 socavones, sin líneas central divisoria ni tampoco laterales. El firme presenta 22 socavones, varios blandones, baches. La vegetación invade los inexistentes arcenes, las cunetas están totalmente colmatadas. Además, únase a ello de que en la vía, transitada sobre todo por los vecinos de ambas localidades no hay una sola señal de tráfico, a pesar del peligro de varias curvas muy cerradas y de la falta de visibilidad, auténtico problema de seguridad vial.
Esta vía es uno de los antiguos caminos del IRYDA que la Diputación parchea ocasionalmente. Pero la escasa densidad del firme y el trasiego de vehículos pesados por encima de él (no hay discos de limitación de tonelaje) acaba por moler la capa asfáltico. Se trata de una carretera sumamente importante para el desarrollo de la zona, que une Navianos con la N-525 a través del valle del Tera. Por eso se hace preciso que pase a integrarse en la red de carreteras provinciales.
4. Carretera de Vecilla a Villanázar y Mózar de Valverde
También debe pasar a la red de carreteras provinciales la que une la N-525 con la ZA-P-1509 y que transcurre paralela al arroyo de la Almucera, uniendo las localidades de Vecilla de Trasmonte, Villanázar y Mózar de Valverde, única arteria que une las tres localidades que forma Ayuntamiento.
Es este un corredor de unos seis kilómetros muy transitado, que sin embargo, carece de arcenes y, a pesar de la limitación del paso de vehículos pesados de 16 Tm, dichos vehículos están circulando.
En Vecilla de Trasmonte el peligro aumenta al carecer de defensas laterales entre la carretera y las cunetas, con un desnivel –todo hormigonado- de más de un metro entre el firme de la calzada y el fondo de la cuneta.
También debe ensancharse y colocar una nueva capa de rodadura la carretera que, por el monte, une la localidad de Villanázar con el kilómetro 27 de la ZA-P-1509, con un firme actual en muy mal estado, a pesar del deficiente parcheo de esta primavera.
Es la antigua carretera comarcal, que ha quedado como salida y entrada de esta localidad, para su incorporación a la ZA-P-1509. El firme es estrecho y en mal estado, con algunos baches, no existen arcenes, pues la vegetación invade estos hasta contactar con la débil capa asfáltica. Además, no existe línea divisoria central pintada en el asfalto, lo que dificulta la circulación sobre todo en momentos de poca visibilidad.
2. El acceso a Navianos de Valverde
Aquí, los escasos 500 metros que le separan del casco urbano presentan las cunetas colmatadas y la vegetación invade los arcenes.
3. Carretera de Navianos de Valverde a Aguilar de Tera
Pero la desidia de los responsables de carreteras provinciales se manifiesta también en la vía que une las localidades de Navianos de Valverde con Aguilar de Tera. Se trata de una carretera o, mejor dicho, de un camino asfaltado de 3.700 metros, con 22 socavones, sin líneas central divisoria ni tampoco laterales. El firme presenta 22 socavones, varios blandones, baches. La vegetación invade los inexistentes arcenes, las cunetas están totalmente colmatadas. Además, únase a ello de que en la vía, transitada sobre todo por los vecinos de ambas localidades no hay una sola señal de tráfico, a pesar del peligro de varias curvas muy cerradas y de la falta de visibilidad, auténtico problema de seguridad vial.
Esta vía es uno de los antiguos caminos del IRYDA que la Diputación parchea ocasionalmente. Pero la escasa densidad del firme y el trasiego de vehículos pesados por encima de él (no hay discos de limitación de tonelaje) acaba por moler la capa asfáltico. Se trata de una carretera sumamente importante para el desarrollo de la zona, que une Navianos con la N-525 a través del valle del Tera. Por eso se hace preciso que pase a integrarse en la red de carreteras provinciales.
4. Carretera de Vecilla a Villanázar y Mózar de Valverde
También debe pasar a la red de carreteras provinciales la que une la N-525 con la ZA-P-1509 y que transcurre paralela al arroyo de la Almucera, uniendo las localidades de Vecilla de Trasmonte, Villanázar y Mózar de Valverde, única arteria que une las tres localidades que forma Ayuntamiento.
Es este un corredor de unos seis kilómetros muy transitado, que sin embargo, carece de arcenes y, a pesar de la limitación del paso de vehículos pesados de 16 Tm, dichos vehículos están circulando.
En Vecilla de Trasmonte el peligro aumenta al carecer de defensas laterales entre la carretera y las cunetas, con un desnivel –todo hormigonado- de más de un metro entre el firme de la calzada y el fondo de la cuneta.
También debe ensancharse y colocar una nueva capa de rodadura la carretera que, por el monte, une la localidad de Villanázar con el kilómetro 27 de la ZA-P-1509, con un firme actual en muy mal estado, a pesar del deficiente parcheo de esta primavera.
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En pleno siglo XXI no se puede tener las comunicaciones entre los pueblos de la manera que están. No ya porque se de una imagen tercermundista a los visitantes que este verano frecuentan la zona –que también-, sino, sobre todo, por garantizar la seguridad de las personas y vehículos que por ella transitan.
Este es un ejemplo más del abandono de las carreteras comarcales. El cargo de presidente de la Diputación provincial le queda demasiado grande a Fernando Martínez Maíllo. Maíllo no da la talla ni está a la altura de las circunstancias. Toda su sabiduría política se limita a llamar “radicales y exaltados” a los que defienden sus derechos, reclaman una mejor sanidad o mejoras en las carreteras. Mientras, la provincia se le desangra como un colador. Las carreteras parecen campos minados y lo que es peor: transitar por ellas supone un riesgo añadido de sufrir un accidente. Los vecinos de esta comarca merecen un presidente mejor, un presidente que se ocupe de las infraestructuras viarias, para que circular entre los pueblos pueda hacerse por carreteras transitables, sin riesgo para conductores ni vehículos.
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