LOS VECINOS SUFREN DESDE HACE DOS AÑOS EL ARREGLO DE LA CARRETERA
El mal estado del firme por el paso de camiones para las talas de pinares se ha deteriorado aún más a causa de la nieve y las heladas
Araceli Saavedra
Los vecinos de Carbajalinos sufren el mal estado de la carretera que les comunica con la cabecera municipal, Rosinos de la Requejada. El trazado se ha convertido en uno de los peor conservados de toda la comarca y pone en riesgo la circulación de vehículos y viandantes.
En esta situación «llevamos ya dos años», señala una de las vecinas que padece los problemas de la carretera.
Desde el pasado año las condiciones del firme se han agravado a causa de la nieve y las bajas temperaturas hasta el extremo de hacer desaparecer el asfalto en varios tramos en puntos de Carbajalinos, Monterrubio y Linarejos.
Las máquinas quitanieves este invierno sólo subieron una vez para despejar la nieve, aunque el hielo se mantuvo varias semanas.
La carretera lleva construida hace alrededor de 30 años y se ha mantenido más de dos décadas en un estado aceptable de conservación, como explican los pocos vecinos que viven ahora en el pueblo. Los problemas surgieron cuando se autorizaron talas y entresacas en los pinares de todos estos pueblos, Villarejo, Monterrubio, Carbajalinos y el propio Rosinos. El exceso de peso de camiones de gran tonelaje que rodaron por la vía contribuyeron al deterioro de la carretera. De por medio hay denuncias vecinales por la falta de mantenimiento de, una conservación que sin ser exagerada sí se venía realizando con unos esporádicos riegos asfálticos y bacheos.
La zona más conflictiva es precisamente la entrada al pueblo de Carbajalinos y, aunque en los peores meses del invierno son pocos los residentes que sufren las consecuencias, a partir de Semana Santa aumenta la población. Es en este tramo de la vía donde la capa de asfalto se ha levantado en su totalidad.
Los vecinos, que llevan un par de años esperando, confían en que «hayan venido a medirla por Rosinos». Esta carretera une, además de con su cabecera municipal, con los núcleos de Palacios de Sanabria, donde tienen que acudir a consulta médica; Puebla y el Puente, donde están el resto de servicios y comercios. El jueves era día de consulta y se acercaron hasta Palacios.
En Villarejo de la Sierra sí se pasa consulta médica pero el facultativo accede por una pista asfaltada entre Anta y Gusanéanos.
Villarejo es un pueblo con escasa actividad, hay una ganadería itinerante que se mueve desde Doney, aunque la mayoría son personas jubiladas.
En esta situación «llevamos ya dos años», señala una de las vecinas que padece los problemas de la carretera.
Desde el pasado año las condiciones del firme se han agravado a causa de la nieve y las bajas temperaturas hasta el extremo de hacer desaparecer el asfalto en varios tramos en puntos de Carbajalinos, Monterrubio y Linarejos.
Las máquinas quitanieves este invierno sólo subieron una vez para despejar la nieve, aunque el hielo se mantuvo varias semanas.
La carretera lleva construida hace alrededor de 30 años y se ha mantenido más de dos décadas en un estado aceptable de conservación, como explican los pocos vecinos que viven ahora en el pueblo. Los problemas surgieron cuando se autorizaron talas y entresacas en los pinares de todos estos pueblos, Villarejo, Monterrubio, Carbajalinos y el propio Rosinos. El exceso de peso de camiones de gran tonelaje que rodaron por la vía contribuyeron al deterioro de la carretera. De por medio hay denuncias vecinales por la falta de mantenimiento de, una conservación que sin ser exagerada sí se venía realizando con unos esporádicos riegos asfálticos y bacheos.
La zona más conflictiva es precisamente la entrada al pueblo de Carbajalinos y, aunque en los peores meses del invierno son pocos los residentes que sufren las consecuencias, a partir de Semana Santa aumenta la población. Es en este tramo de la vía donde la capa de asfalto se ha levantado en su totalidad.
Los vecinos, que llevan un par de años esperando, confían en que «hayan venido a medirla por Rosinos». Esta carretera une, además de con su cabecera municipal, con los núcleos de Palacios de Sanabria, donde tienen que acudir a consulta médica; Puebla y el Puente, donde están el resto de servicios y comercios. El jueves era día de consulta y se acercaron hasta Palacios.
En Villarejo de la Sierra sí se pasa consulta médica pero el facultativo accede por una pista asfaltada entre Anta y Gusanéanos.
Villarejo es un pueblo con escasa actividad, hay una ganadería itinerante que se mueve desde Doney, aunque la mayoría son personas jubiladas.
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