LA CHAPUZA DE UNA CARRETERA ESTRECHA RECIÉN ARREGLADA
El transporte de autobuses y el escolar advierten que dejarán de prestar el servicio
Veinte años llevaban esperando los vecinos de Castrillo de la Guareña para que la carretera que les comunica con Zamora fuera arreglada. Pues bien, después de tanta espera, la Diputación acometió las obras de ¿mejora? El resultado: una vía estrecha, de modo que si se cruzan dos vehículos pesados -por ejemplo un camión con un autobús- no pueden pasar.
El transporte de autobuses y el escolar advierten que dejarán de prestar el servicio
Veinte años llevaban esperando los vecinos de Castrillo de la Guareña para que la carretera que les comunica con Zamora fuera arreglada. Pues bien, después de tanta espera, la Diputación acometió las obras de ¿mejora? El resultado: una vía estrecha, de modo que si se cruzan dos vehículos pesados -por ejemplo un camión con un autobús- no pueden pasar.
El arreglo de la vía no ha contemplado arcén, de modo que queda un corte limpio, que deja un escalón a ambos lados de la calzada.
La alcaldesa de la localidad, Ana María González lo ha comunicado al diputado de carreteras, Pablo Rubio Pernía. La solución del diputado, ni corta ni perezosa: colocar un disco de limitación de velocidad. La respuesta de la alcaldesa lógica: «pero si dos vehículos no tienen sitio para cruzar a 80 kilómetros por hora, tampoco lo tendrán a 60». Entonces, la Diputación adoptó otra medida más drástica: limitar el paso de vehículos pesados hasta las siete toneladas y colocar un anuncio de tales restricciones.
Así las cosas, ahora no pueden circular por la carretera de acceso al pueblo ni autobuses, ni camiones, ni tractores ni maquinaria agrícola. Castrillo queda incomunicado. "No puede pasar el autobús escolar, ni el de viajeros, pero tampoco el camión de la leche, el de la recogida de basuras ni los que transportan piensos u otros materiales", ha señalado la alcaldesa. A ello se unen las quejas de los agricultores, pues son muchos los que no tienen otro camino de paso a las fincas que la carretera del pueblo.
Así las cosas, ahora no pueden circular por la carretera de acceso al pueblo ni autobuses, ni camiones, ni tractores ni maquinaria agrícola. Castrillo queda incomunicado. "No puede pasar el autobús escolar, ni el de viajeros, pero tampoco el camión de la leche, el de la recogida de basuras ni los que transportan piensos u otros materiales", ha señalado la alcaldesa. A ello se unen las quejas de los agricultores, pues son muchos los que no tienen otro camino de paso a las fincas que la carretera del pueblo.
La empresa de autobuses, "Tamame", encargada del transporte de los escolares y de la línea de viajeros, ya ha advertido que si no se arregla no podrán seguir prestando el servicio, «porque legalmente no pueden pasar por esa carretera». Ello obligaría a dar un rodeo de 15 km por Cañizal, para llegar al centro escolar de Fuentesaúco.
Como se ve, el estado de las carreteras es malo; lo peor es que cuando la Diputación las arregla, lejos de poner soluciones, las empeora. ¡Provincia!
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