CARRETERAS SIN DUEÑO *
Por Paco Antón
El Juzgado ha rechazado la petición de un particular para que la Diputación le pague los daños producidos en su coche cuando circulaba entre Pobladura del Valle y Matilla de Arzón, por una carretera que por lo visto no tiene dueño. Los jueces ya han atendido con anterioridad reclamaciones parecidas de otros ciudadanos, pero se conoce que entonces sí apareció el amo de la vía y la institución fue condenada a sufragar las correspondientes averías. Y menos mal. Porque, con el mismo criterio, como ya viene avisando la diputada provincial de IU, el día en que las reclamaciones afecten a daños personales e incluso a casos con víctimas mortales, no va a haber dinero suficiente en el Palacio Provincial para afrontar las condenas. Pero esta vez no. En esta ocasión el juez considera que no se ha demostrado que la carretera entre Pobladura y Matilla pertenezca a la Diputación. Esta vía es una de tantas de las hechas por el Ministerio de Agricultura en el Plan de Aliste y Sayago, que aprobó el ministro Carlos Romero y que sirvió para comunicar pueblos en los que, por ejemplo, aun estando a escasos kilómetros de distancia teórica, sus pobladores tenían que dar rodeos de muchos kilómetros para ir de un núcleo a otro. También es verdad que esta red viaria, bastante precaria, simplificó mucho los desplazamientos a las explotaciones de agricultores y ganaderos zamoranos. El Ministerio ejecutaba y luego entregaba la carretera a la Diputación, que en teoría se haría cargo del mantenimiento, aunque recuerdo que ya entonces existía un serio tira y afloja. El Plan de Aliste y Sayago, por aquello de la autonomía, fue transferido después y continuado por la Junta de Castilla y León, incluido lo planificado para las carreteras o los caminos. Y supongo que el Gobierno regional de entonces, una vez ejecutada la obra, haría lo mismo que antes el Ministerio: entregarla a la Diputación. Pero eso me da igual. Lo que no puede ser es que existan carreteras sin dueño (algunas es verdad que son poco más que caminos agrícolas). Si la Diputación nunca las aceptó, pues unas cuantas serán del Ministerio de Agricultura y otras de la Junta de Castilla y León. Alguien las habrá arreglado durante estos más de veinte años, ¿no? Y las que no se han tocado, pues no creo que sea razonable repudiarlas así y dejarlas que se las trague el monte, que sus buenos cuartos públicos nos costaron y además la mayoría presta un servicio vital para los ciudadanos del medio rural.
Por Paco Antón
El Juzgado ha rechazado la petición de un particular para que la Diputación le pague los daños producidos en su coche cuando circulaba entre Pobladura del Valle y Matilla de Arzón, por una carretera que por lo visto no tiene dueño. Los jueces ya han atendido con anterioridad reclamaciones parecidas de otros ciudadanos, pero se conoce que entonces sí apareció el amo de la vía y la institución fue condenada a sufragar las correspondientes averías. Y menos mal. Porque, con el mismo criterio, como ya viene avisando la diputada provincial de IU, el día en que las reclamaciones afecten a daños personales e incluso a casos con víctimas mortales, no va a haber dinero suficiente en el Palacio Provincial para afrontar las condenas. Pero esta vez no. En esta ocasión el juez considera que no se ha demostrado que la carretera entre Pobladura y Matilla pertenezca a la Diputación. Esta vía es una de tantas de las hechas por el Ministerio de Agricultura en el Plan de Aliste y Sayago, que aprobó el ministro Carlos Romero y que sirvió para comunicar pueblos en los que, por ejemplo, aun estando a escasos kilómetros de distancia teórica, sus pobladores tenían que dar rodeos de muchos kilómetros para ir de un núcleo a otro. También es verdad que esta red viaria, bastante precaria, simplificó mucho los desplazamientos a las explotaciones de agricultores y ganaderos zamoranos. El Ministerio ejecutaba y luego entregaba la carretera a la Diputación, que en teoría se haría cargo del mantenimiento, aunque recuerdo que ya entonces existía un serio tira y afloja. El Plan de Aliste y Sayago, por aquello de la autonomía, fue transferido después y continuado por la Junta de Castilla y León, incluido lo planificado para las carreteras o los caminos. Y supongo que el Gobierno regional de entonces, una vez ejecutada la obra, haría lo mismo que antes el Ministerio: entregarla a la Diputación. Pero eso me da igual. Lo que no puede ser es que existan carreteras sin dueño (algunas es verdad que son poco más que caminos agrícolas). Si la Diputación nunca las aceptó, pues unas cuantas serán del Ministerio de Agricultura y otras de la Junta de Castilla y León. Alguien las habrá arreglado durante estos más de veinte años, ¿no? Y las que no se han tocado, pues no creo que sea razonable repudiarlas así y dejarlas que se las trague el monte, que sus buenos cuartos públicos nos costaron y además la mayoría presta un servicio vital para los ciudadanos del medio rural.
Pero visto el panorama, mucho me temo que esa red de carreteras y caminos no está incluida en el contrato de conservación y reparación que la Diputación acaba de sacar a licitación para toda la provincia, mantenimiento que sale a concurso por 3,6 millones de euros para los próximos dos años. La institución provincial, aunque tiene sus brigadas de obras, ha decidido privatizar por completo la ejecución de esta tarea, que en el último bienio ha sido realizado por empresas en la mitad norte de la provincia y "con resultados positivos", según la versión oficial. No piensan lo mismo diputados de la oposición y, en especial, los socialistas de Benavente y comarca, que llevan meses aireando en la prensa y en medios propios de Internet la situación de deterioro de la red provincial de carreteras, con profusión de fotografías y datos. Por cierto, en una de estas páginas se anunciaba ayer que el equipo del programa televisivo "Caiga quien caiga" emitirá en breve, dentro de la sección "Proteste ya", un reportaje sobre el estado de las carreteras zamoranas. El reportero Gonzo ha hablado con alcaldes y vecinos de la zona y, al parecer, también trató de contactar con el diputado de obras, Pablo Rubio, aunque no se sabe si lo logró. ¿Habrá dado la cara nuestro representante? Estaremos atentos.
* El presente artículo ha sido publicado en el diario La Opinión-El Correo de Zamora, el día 21 de febrero de 2006. Agradecemos a su autor la gentileza para reproducirlo en este blog.
Foto: Carretera de Toro a San Román de Hornija
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