Parece mentira, pero la carretera que une las localidades de Morales de Rey a Fresno de la Polvorosa lleva hecha menos de un año y ya han aparecido socavones en todo su recorrido, no con gravas, sino con auténticas piedras de asfalto en mitad de la calzada, con el consiguiente peligro para los conductores, tanto en neumáticos como en parabrisas.
Ir de Morales a Fresno supone hoy ir sorteando varios socavones.
El problema se agrava con los laterales descarnados. La mala ejecución de los trabajos y del proyecto hizo, además, que no se realizaran arcenes, como en la carretera de Castrillo de la Guareña, de modo que la calzada resulta estrecha. Los laterales se agravaron con las inundaciones de octubre-noviembre de 2006.
El presidente de la Diputación Martínez Maíllo aseguró en su visita a Morales de Rey, acompañado de la alcaldesa Ana Riesco, en la semana siguiente a las inundaciones, que la carretera sería reparada. Han pasado seis meses y las promesas de Maíllo se han quedado en palabras huecas, vacías.
Mientras las palabras de Maíllo se las ha llevado el viento, la proliferación de socavones en los últimos meses está a la orden del día. Lunas rotas, neumáticos reventados... son algunas de las consecuencias.
Transitar por las carreteras de la comarca de Benavente se está convirtiendo en un riesgo añadido al de la conducción.
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